Informe revela que el Ejército mexicano tuvo conocimiento en tiempo real de los hechos de Ayotzinapa pero no intervino

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La Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (CoVAJ), de la Secretaría de Gobernación, aseguró que el Ejército dio seguimiento “en tiempo real” a todo lo ocurrido a los 43 normalistas de Ayotzinapa durante la noche del 26 de septiembre de 2014, pero no intervino.

“Todas las autoridades estaban informadas” sobre lo que estaba ocurriendo con los estudiantes y no se intervino para evitarlo, dice un documento revelado este 17 de octubre.

En el más reciente informe elaborado por la Comisión, que encabeza Alejandro Encinas, se reitera la responsabilidad por omisión (por lo menos) del Ejército mexicano, que previo a los hechos trágicos de la “noche de Iguala”, estaba dando seguimiento a los normalistas, por lo que pudo monitorear, en tiempo real, su secuestro y el destino que se les dio por parte de miembros del crimen organizado.

Hace unas semanas, como se recordará, AMLO admitió que el Ejército había sido omiso en evitar el secuestro y asesinato de los normalistas, pero al mismo tiempo, defendió a la institución y aseguró que jamás ha ocultado información. 

Esta información consta en documentos de la Sedena, emanada del Centro Regional de Fusión de Inteligencia de Iguala, Guerrero. Fue entregada a la CoVAJ y se integró a un informe que se hizo llegar a los padres de los normalistas.

La información relativa al seguimiento de los muchachos en la noche mencionada se asentó en seis folios. El seguimiento no era solamente a los normalistas, que realizaban acciones de protesta (como secuestro de autobuses), sino también a diversos grupos de la delincuencia organizada, como Guerreros Unidos y Los Rojos.

En el reporte, creado para conocimiento de la Presidencia de la República, se menciona que dichos folios incluyen mensajes de texto “que dan cuenta de los hechos de ese día”:

“El CRFI 1194, del 26 septiembre de 2014, contiene intervenciones de mensajes de texto de diversos usuarios desconocidos que dan cuenta de diversos hechos ese día: los problemas en Iguala, las balaceras en el Periférico, la toma de camiones, hay un muerto. En algunas de éstas, se alerta que se resguarden y no salgan a la calle. Al día siguiente de los hechos se registraron mensajes que reportan lo sucedido el día anterior, señalando que hubo muertos y previniendo que la gente no abriera sus negocios y que no salgan a la calle”.

Los folios referidos, dice el informe, “confirma que el Ejército tuvo conocimiento de lo que estaba sucediendo y acredita que los objetivos estaban siendo investigados con anterioridad a los hechos”.

“Es decir, contaban con información en tiempo real sobre los posibles destinos de los estudiantes desaparecidos, así como de las personas implicadas, su relación con autoridades ministeriales y lugares donde posiblemente se resguardaron”, 

Sin embargo, en diversos momentos en estos casi diez años, el Ejército ha negado toda responsabilidad. Este informe confirma lo que se dijo desde el inicio: que los militares sabían y que, o fueron cómplices activos en la desaparición, o por lo menos, fueron omisos para evitar los hechos.

Se menciona en el informe el papel que jugó uno de los normalistas que al mismo tiempo era miembro de las Fuerzas Armadas, Julio Patolzin, a quien el Ejército no protegió a pesar de saber del riesgo que corría. 

Julio Patolzin o “Julio N” ingresó al Ejército en 2009. En algún momento ingresó a la Normal de Ayotzinapa como estudiante, pero actuando en realidad como informante de las Fuerzas Armadas. 

“Julio N desapareció junto con los demás normalistas, no obstante que se encontraba activo en el Ejército mexicano realizando funciones de informante y de que su superior jerárquico estaba al tanto de que se encontraba dentro del grupo de estudiantes. Sin que realizara ninguna acción de protección a su integridad ni búsqueda de su persona, pese a que era su deber, como lo establece el Protocolo para Militares Desaparecidos que obliga a los mandos a ‘implementar medidas contundentes, a fin de coadyuvar en la búsqueda, localización y, en su caso, rescate del personal militar desaparecido’”, dice el documento.