El uso electoral de los programas sociales ha aumentado la pobreza extrema en México, según exsecretario de Hacienda
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El uso focalizado con criterio electoral de los programas sociales ha provocado más pobreza extrema, al contrario de lo que afirma el gobierno federal, aseguró el exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa.
En su columna de este lunes en El Universal, Urzúa revisa los datos oficiales sobre pobreza que tanto ha festejado el presidente en las últimas semanas y concluye que la reducción de la pobreza es de apenas 0.1%, en tanto que la pobreza extrema se incrementó en dos millones de personas.
La razón, dice citando a diversos expertos, es “porque los programas sociales no son focalizados y las transferencias se hacen para ganar votos”, lo que significa que millones de personas en zonas muy marginadas de escasa población, que no componen clientelas electorales masivas, no son tomadas en cuenta para los “apoyos directos”.
Citando a un “grupo de investigadores de la UNAM, liderado por Fernando Cortés”, Urzúa señala que en materia de pobreza “hubo apenas una reducción minúscula, del orden del 0.1%”.
En tanto, el gobierno (mediante el Coneval) presume que la pobreza se redujo de 41.9% a 36.3%, pero “no es así”, dice.
Explica que, para su estudio sobre la pobreza dimensional, el Coneval usó los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), que de acuerdo con Urzúa no ha sido tan eficaz para medir los ingresos, aunque es bastante precisa para medir los gastos de los mexicanos.
“La razón se puede trazar al año 2016 cuando el Inegi cambió el método de levantamiento de la ENIGH y con ello alteró el proceso de comparación de la situación de pobreza que había en años anteriores”.
Agrega que en 2016 el Inegi resolvió ese problema de comparación al echar mano de los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que tiene mejores herramientas para estimar los “ingresos laborales en México” y que como se aplica mensual y trimestralmente, brinda información más robusta para estimar lo que ganan los mexicanos.
Nos informa que existe además un modelo estadístico (el Modelo Estadístico de Continuidad) para la medición de la pobreza multidimensional que “desde 2016 hasta 2020” arrojaba resultados similares a la ENIGH.
Pero, “en el año 2022 los resultados fueron muy disímiles” y por ello, abunda Urzúa, “en un importante trabajo publicado recientemente en la revista Nexos (5 de septiembre de 2023), Fernando Cortés, Héctor Nájera y Servando Valdés, miembros del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM, han hecho público un nuevo MEC que ha sido estimado por ellos y que arroja resultados drásticamente diferentes a los que se obtienen usando la última ENIGH”.
“De acuerdo con esos autores, el porcentaje de mexicanos que son pobres no se redujo entre 2018 y 2022, los primeros cuatro años de esta administración, de 41.9% a 36.3% como se calculó hace semanas. Más bien, la pobreza se redujo de 41.9% a 41.8%, tan solo un 0.1%”.
Se recordará que las mediciones de Coneval e Inegi arrojaron una supuesta reducción de la pobreza, pero al mismo tiempo, el incremento de personas con más de tres carencias sociales, sobre todo el acceso a la salud.
El presidente López Obrador enfureció por este último dato y salió a decir que ese resultado era culpa de cómo habrían preguntado.
“Sí, en el caso de salud hay una disminución, pero tiene que ver con la pregunta que se hizo y con el hecho de que tenían apuntados a todos con credencial con el llamado Seguro Popular, que ni era seguro ni era popular, entones como ya no están esas credenciales, la gente cuando les preguntaron dijeron `no pues no tenemos seguro´ porque ya ahora es atención médica gratuita y ya no se necesita ningún tipo de seguro, pero va a ir poco a poco entendiéndose”, dijo.
Al respecto, en un texto publicado el 21 de agosto en La Jornada, Jorge Alcocer Varela aseguró que desde hace varios años la Secretaría de Salud le dijo a Coneval que era equivocado preguntarle a la gente si estaba “afiliado al Seguro Popular”, pero que el organismo no les hizo caso.
“Era 2020 y la pregunta decía: Actualmente, ¿se encuentra usted afiliado o inscrito al Seguro Popular, o tiene derecho a los servicios del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi)? Era 2022, la pregunta siguió igual”, acusó Alcocer.
