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Nuevos datos

Macario Schettino | @macariomx

Como habíamos comentado, INEGI publicó ayer sus nuevas series económicas, ahora utilizando 2018 como año base. Se trata de un cambio inusual, porque tradicionalmente esto se había realizado cada 10 años. En los viejos tiempos, tenemos estimaciones con base en 1950, 1960, 1970 y 1980, y después tuvimos que esperarnos hasta 1993, ya con el INEGI como responsable. A partir de entonces, mantuvimos la periodicidad de los 10 años, y los siguientes años base fueron 2003 y 2013. Parecía lógico que esperáramos a tener 2023 como la nueva referencia, pero se nos adelantaron, y decidieron utilizar 2018.

El arranque no estuvo exento de dificultades, y en lugar de publicar a las 6 am, como es normal, se esperaron al evento de las 10 para enviar el comunicado. El uso de las series a través del Banco de Información económica ya estaba disponible a las 8, pero con deficiencias, como por ejemplo que las series no traen su título, y hay que andar adivinando. Considerando el desastre que ha sido este gobierno en materia informática, mejor ni me quejo.

Hay un avance en la información mensual, y es que tendremos mucha más claridad en los servicios, ya que varias series que venían encimadas, ahora se separan: transportes e información, servicios financieros e inmobiliarios, entretenimiento y otros servicios. Cambian también los pesos de cada sector, como era de esperarse. Minería se reduce, pero menos de lo que yo suponía, mientras que la caída en construcción es seria (de 8 a 6.4% del total), las manufacturas crecen considerablemente, y pasan de 18.6 a 21.3%. Tenga en cuenta que estos ajustes comparan 2018 con 2013, y no lo ocurrido desde 2018. Lo comento porque en estos cinco años la construcción ha caído muchísimo, y las manufacturas han despegado. Por eso mi preocupación de que no hayan esperado a 2023 para el nuevo año base.

En los servicios, el comercio al mayoreo pierde un poco de participación mientras que el menudeo se mantiene, como habíamos supuesto hace unos días. Crece el transporte y se reduce el peso de la información, y eso suena un poco preocupante, considerando que en este último rubro están las telecomunicaciones. Hay también una reducción en el peso que tienen los servicios financieros y de seguros, de 4.2 a 3.9%, y un golpe mayor en el sector inmobiliario, que pasa de 10.3 a 9.3% del total. Ambos comportamientos preocupan, porque estos sectores deberían crecer conforme la economía avanza.

Al cambiar el peso de cada sector, el valor total de la economía se afecta, y por lo tanto el crecimiento. Así, el crecimiento promedio anual de 1980 a 2018, que era de 2.4% con el año base 2013, ahora es de 2.2%. Y el promedio anual de 2018 al segundo semestre de 2023 también cambia, pero al revés: en lugar del 0.3% que teníamos hasta el lunes, ahora es 0.6%. Ya con esto, capaz que el sexenio se libra de ser el peor en un siglo. Supongo que no fue esa la razón para cambiar año base con más frecuencia, pero es el nuevo dato.

Además de esto, hay muchísima información que cambia y mucha otra que es nueva: economía digital, economía informal ahora hasta por estado, nuevas estimaciones del tamaño relativo de las entidades federativas. Tardaremos varias semanas en revisar con detalle todo esto, y actualizar los cálculos y las estimaciones. Sin duda es algo bueno, pero no sé si era lo más urgente a corregir en las mediciones económicas de INEGI. Perfeccionar la ENIGH, hacer compatible el PIB y el IGAE, encontrar alguna medida decente de empleo e ingresos de la población me parecían mejores objetivos. Por si algún día preguntan.

Este artículo se publicó originalmente en El Financiero, se reproduce con la autorización del autor.

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