José Ramón López Beltrán se queja por respuestas a su tuit sobre Xóchitl Gálvez; le recuerdan la Casa Gris y otros casos de corrupción
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Después de que obtuvo una gran cantidad de respuestas a su tuit sobre la decencia de Xóchitl Gálvez, José Ramón López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, se quejó amargamente de un presunto uso de cuentas automatizadas en su contra y hasta le pidió a la senadora “reconsiderar” su participación política. Le recordaron casos como la Casa Gris y el trato privilegiado que recibió durante la pandemia, cuando hasta el Ejército tuvo que hacerle el quehacer en su domicilio particular.
El pasado viernes López Beltrán retuiteó el video en el que Gálvez bromeaba con que se le había acabado el crédito de su teléfono celular, lo que era un indicador de la gran riqueza que le atribuye el oficialismo, lo que dijo entre risas. El comentario que el primogénito del presidente hizo fue: “Lo que no tiene esa señora es decencia”.
Aunque a las 4 de la tarde de este lunes su tuit tenía 5 mil 974 “me gusta” y 5 mil 825 comentarios, muchos negativos, y pese a que Gálvez ni siquiera se ha referido directamente a su dicho, este lunes López Beltrán se quejó del número de respuestas contra él, los que atribuyó a que la senadora se habría “sentido ofendida por mis comentarios acerca de su decencia (que no tiene)”. Y la acusó, sin pruebas (como acostumbra su señor padre), del “uso intensivo de cuentas automatizadas en redes sociales en mi contra”.
Según él, “el panorama político está cambiando y los mexicanos estamos cada vez más informados y menos tolerantes hacia la corrupción, injusticia y privilegios”, y hasta se atrevió a sugerirle a Gálvez: “En ese contexto, considero que sería bueno para todos si reconsidera su participación en la vida política”.
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Como eco del revuelo que ha causado López Beltrán (era trending topic en las primeras horas de la tarde de este lunes), Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) aprovechó para recordar el más célebre caso de presunta corrupción con el que se ha involucrado al hijo del presidente: la Casa Gris, donde hubo conflicto de interés.
Sobre ese asunto MCCI publicó una infografía en la que muestra que, por documentos de Petróleos Mexicanos desclasificados y después de que Baker Hughes negara que existiera conflicto de interés, mientras López Beltrán rentaba por más de 100 mil pesos mensuales la casa de un entonces directivo de esa empresa privada, esta obtuvo 27 contratos por 150 millones de pesos, lo que muestra un evidente conflicto de interés.
Posteriormente, como resultado de la investigación de ese asunto, resultó que López Beltrán trabajaba en una empresa de los hijos de Daniel Chávez Morán, cabeza de Grupo Vidanta, que ha sido beneficiado por varias decisiones del gobierno de López Obrador (quien llegó también a negar que hubiera sido así, pero MCCI también mostró concesiones y permisos que al corporativo ha otorgado el gobierno federal. En varias de las sedes del grupo empresarial, fundamentalmente enfocado en el ramo turístico, se venden los chocolates marca Rocío, empresa perteneciente a los hijos del mandatario).
Sobre el asunto de la Casa Gris, Xóchitl Gálvez presentó una denuncia incluso ante la Securities and Exchange Comissión de Estados Unidos por el conflicto de interés de Baker Hughes por sus contratos con Pemex y el alquiler de la casa de López Beltrán.
En ese mismo tenor, en mayo de este año MCCI también reveló que López Beltrán renta la casa en la que vive en México a Guillermina Álvarez, asistente de Carmen Lira Saade, directora de La Jornada, el periódico más beneficiado por el gobierno de López Obrador, que le dio más de 750 millones de pesos por publicidad entre 2019 y 2022.
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Asimismo, en marzo pasado Latinus informó que López Beltrán tuvo, respecto al resto del pueblo mexicano, un trato privilegiado del gobierno encabezado por su padre, como la obtención de Remdesivir para su tratamiento contra la Covid-19 aunque la Cofepris no lo había autorizado, además de que el Ejército incluso se encargó desde la atención médica a su esposa hasta de hacerle el quehacer de su domicilio particular.
Ese es el hombre que reclama “decencia”.
