En Tabasco, Javier May, condena a pacientes con cáncer: corrupción e ineptitud dejan sin radioterapia a más de 150 personas
Villahermosa, Tabasco, 28 de marzo de 2025 — La crisis hospitalaria en Tabasco ha escalado a una emergencia humanitaria, luego de que las autoridades admitieran que el equipo de radioterapia del estado lleva dos meses sin funcionar, dejando a más de 150 pacientes con cáncer sin tratamiento.
Ante la falta de atención local, los enfermos enfrentan una trágica disyuntiva: conseguir dinero para viajar a otras ciudades, como Chetumal, donde pueden recibir atención médica, o resignarse a que la enfermedad avance sin control.
El gobierno de Tabasco prometió que en cuatro meses contarán con un nuevo acelerador lineal, equipo esencial para la radioterapia. Sin embargo, expertos advierten que la adquisición de este tipo de tecnología especializada requiere una convocatoria internacional, proceso que puede tomar de cinco a seis meses, lo que hace improbable cumplir con el plazo anunciado.
Además, la compra del equipo se gestiona desde 2023, pero debido a fallas administrativas o irregularidades, dos licitaciones previas fueron declaradas desiertas. Críticos, como la política Lorena Beaurregard de los Santos, acusan al gobierno estatal de negligencia y corrupción.
Beaurregard denunció que, mientras los pacientes agonizan, las autoridades buscan inflar los precios del acelerador lineal. De acuerdo con la información publicada en su cuenta de X, el precio de mercado del equipo oscila entre 1.5 y 2.5 millones de dólares (aproximadamente 30 a 50 millones de pesos). Sin embargo, el secretario de Salud, Alejandro Calderón Alipi, cercano a Andy López Beltrán, hijo del expresidente López Obrador, declaró que el nuevo equipo “costará más de 100 millones de pesos”, insinuando un posible sobreprecio.
La situación recuerda casos previos de corrupción en la compra de estos equipos. En el último año del gobierno de Enrique Peña Nieto, el IMSS adquirió 12 aceleradores lineales por 1,850 millones de pesos, es decir, 154 millones por equipo, casi tres veces su valor real. Durante la administración de López Obrador, en 2023, el Instituto Nacional de Cancerología adquirió un equipo similar por 86 millones de pesos, también con un presunto sobreprecio.
Mientras el gobierno prioriza la organización de eventos, como la «feria del pueblo», la situación hospitalaria se agrava. Trabajadores del Hospital Regional de Alta Especialidad de Tabasco han exigido reparar el equipo actual, pero las autoridades se han negado.
La crisis hospitalaria ya cobra víctimas. Beaurregard concluyó con un lamento que refleja la desesperación de los pacientes:
“La gente ya sabe de lo que son capaces estos corruptos, pero dice: ojalá y las ganas de robarse parte de ese dinero aceleren la compra, porque sin este equipo, más de 150 tabasqueños enfermos de cáncer están condenados a muerte.”
La promesa oficial de resolver la crisis en cinco meses, según los críticos, es solo otra mentira que deja a los pacientes en un limbo mortal.

