No son bandas locales, hay una guerra entre cárteles del crimen organizado en Tabasco, acepta el gobernador Carlos Manuel Merino; pero trata de tranquilizar y dice que en otros estados la situación es peor
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El gobernador de Tabasco, Carlos Manuel Merino, aceptó lo que su gobierno y el gobierno federal han negado sistemáticamente desde octubre del año pasado: que la violencia desatada en esa entidad, con más de 60 muertes en los primeros 45 días del año, ocurre debido a la guerra que libran cárteles del crimen organizado.
La versión oficial de la violencia que comenzó hace cinco meses en la zona de La Chontalpa, es que se trataba de “ajuste de cuentas” entre bandas locales. La frase la repitieron los titulares de Seguridad de Pública, los comandantes de la 30ª Zona Militar y hasta el presidente de la República.
Sin embargo, este martes, al aceptar que se mantiene al alza la inseguridad con balaceras, ejecuciones y decapitaciones, Merino dijo tratando de tranquilizar a los tabasqueños que es peor la violencia en otras entidades del país.
Sobre las decapitaciones de tres personas grabadas en video, señaló que efectivamente el fin de semana hubieron tres casos, “pero en Chihuahua, Nuevo León, Jalisco y Guanajuato fueron seis”.
