Columnistas

Fuera de la Caja

Visitas: 9

Traicionar

Macario Schettino | @macariomx

López Obrador afirmó que su lema, y el de su movimiento, era “no mentir, no robar, no traicionar”. Ha sido exactamente al contrario, y creo que es necesario documentarlo.

Si bien las mentiras y corrupción del gobierno de López Obrador son algo irrefutable, y muy dañino para México, lo peor, me parece, es su traición.

Muchos sabíamos, desde hace décadas, que López Obrador no era un demócrata. Lo dijimos. Sin embargo, él logró convencer a millones de mexicanos de lo contrario. Lo hizo para llegar al poder, su gran y única obsesión de vida. Y lo hizo para nunca dejarlo.

Como todos los presidentes, López Obrador juró “cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan”, pero ha traicionado su juramento, y lo seguirá haciendo. Por eso su afirmación: “No me salgan con que la ley es la ley”. Sabiendo que no podría realizar reformas constitucionales, impulsó tres en la actual Legislatura. La primera de ellas no pudo ser declarada inconstitucional por la forma en que su lacayo, Arturo Zaldívar, administró el voto de los ministros en la Corte. La segunda, que obligaba a devolver a mando cívico la Guardia Nacional el primer día de 2024, no se ha cumplido. La tercera, para controlar las elecciones, que no pudo sacar en el Legislativo, busca ahora hacerla realidad en los hechos.

Para ello, López Obrador ha dejado sin nombrar decenas de puestos tanto en órganos autónomos como en tribunales. Ha forzado otros, introduciendo en el espacio electoral a seguidores suyos, como Guadalupe Taddei en el INE, ejemplo supremo de incapacidad y abyección. Este nombramiento provocó una escisión en el instituto, que al día de hoy sigue dividido en dos grupos que han complicado los nombramientos del personal operativo.

López Obrador promovió un golpe al interior del Tribunal Electoral, en el cual hay dos vacantes, para que tres magistrados, que también son seguidores suyos, tomaran el control. Son ellos los que ahora le dan a Taddei facultades inconstitucionales para que nombre a su antojo a ese personal operativo. En breve: López Obrador ha destruido ya el andamiaje de la democracia, para imponer a su sucesora como presidenta, y a través de ella seguir gobernando él, porque sólo él importa.

López Obrador no ha respetado las leyes, como lo ilustran innumerables ejemplos, desde la forma en que eliminó fondos y fideicomisos, cómo desapareció programas públicos, su ataque constante a órganos autónomos, y el uso de su conferencia matutina para mentir, calumniar, polarizar y favorecer a su partido político.

López Obrador no respeta tampoco la Constitución, como lo evidencia su desidia en el nombramiento de jueces, magistrados, funcionarios, sin los cuales muchos órganos no han podido operar, pero claramente lo muestran dos ministras de la Corte: una plagiaria y otra incapaz. Si hubiera duda de ello, la propuesta de elegir por voto directo a los ministros, para con ello quitarse de encima a la Corte, debería ser suficiente. Sin embargo, tal vez su mayor traición a la Constitución sea haber entregado a las Fuerzas Armadas funciones que la Carta Magna les prohíbe.

López Obrador quiere destruir la democracia, porque en ella sería incapaz de ganar la próxima elección, y él lo sabe. No quiere que usted vote, ni que su voto se cuente. Quiere que Claudia Sheinbaum sea impuesta por la aclamación de sus seguidores.

López Obrador es un traidor. Ha traicionado ya su juramento de toma de posesión, al no respetar ni a la Constitución ni a las leyes. Ahora traicionará a la República, destruyendo la democracia que le permitió a él acceder al poder. Fracasará, sin embargo.

“No robar, no mentir, no traicionar” será el lema más vacío en la historia nacional. López Obrador será recordado, en esa historia, ocupando un lugar al lado de Victoriano Huerta, el otro gran traidor a la democracia.

Este artículo se publicó originalmente en El Financiero, se reproduce con la autorización del autor.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *