Escándalo en Morena: socio de senador tabasqueño, señalado por recibir millones del narco, intocable para la FGR
El caso destapa otro frente de podredumbre en el partido oficial. Miguel Sánchez Ficachi y Moguel, empresario tabasqueño y socio del senador morenista José Sabino Herrera Dagdug, fue señalado por un testigo de la FGR de recibir 40 millones de pesos en efectivo de Hernán Bermúdez Requena, “El Abuelo”, acusado de liderar el grupo criminal La Barredora.
El testigo —bajo la causa penal 386/2025— relató que el dinero se trasladaba en avionetas privadas desde Tabasco hacia Mérida, por órdenes de Bermúdez Requena, entonces hombre fuerte de la seguridad en Tabasco. El destinatario: Sánchez Ficachi. Sin embargo, y pese a la gravedad de la acusación, la Fiscalía decidió no investigarlo.
La omisión resulta aún más escandalosa cuando se revisan los registros mercantiles: Sánchez Ficachi comparte negocios con el senador Herrera Dagdug, hoy en las filas de Morena. Ambos son socios en Distribuidora River de Tabasco y LVP Comercial, compañías fundadas en 2007 y activas en rubros tan diversos como hotelería y artesanías.
La red de vínculos no termina ahí. Herrera Dagdug, quien desertó del PRD para sumarse al partido guinda en 2024, acumula sociedades con su familia, líderes petroleros y funcionarios cercanos a Adán Augusto López Hernández y Javier May. Entre los nombres aparecen exsenadores, dirigentes sindicales de Pemex, funcionarios estatales y hasta perfiles propuestos para la fiscalía local.
En paralelo, Sánchez Ficachi integra otras compañías junto con su madre y con Ramón Rosique Valenzuela, hermano de la actual directora de Finanzas del municipio de Jalapa. Rosique, además, arrastra un historial de negocios familiares en la construcción que conectan con personajes de la política municipal y estatal.
La nota original con estas revelaciones fue publicada en el portal digital de la Revista Proceso, que documentó los vínculos empresariales y políticos del socio del senador morenista con personajes señalados por la FGR en investigaciones de delincuencia organizada.
El resultado: un enjambre de intereses empresariales, políticos y familiares que une a un empresario señalado por recibir dinero del crimen organizado con un senador de Morena, hoy bajo la protección del oficialismo en la Cámara Alta.
La pregunta es inevitable: ¿por qué la FGR dejó fuera de la investigación a Sánchez Ficachi? La respuesta apunta a lo mismo de siempre: los amigos del poder en Tabasco son intocables, aunque aparezcan en testimonios que huelen a crimen organizado.
Una vez más, Morena se viste de impunidad.
Con información de Proceso.