Salud confirma nuevo virus de influenza y lo minimiza: “no hay alarma”, pese a hospitales rebasados y sin vacunas
Mientras hospitales públicos continúan reportando carencias, largas filas y desabasto de medicamentos, la Secretaría de Salud informó este viernes la confirmación del primer caso de influenza A H3N2 subclado K en México, detectado por el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER). En su comunicado, la dependencia se apresuró a subrayar que el paciente “ya está recuperado” y que “no hay motivo de alarma”, un discurso que recuerda a viejas prácticas oficiales de control de daños antes que a una política de prevención efectiva.
El gobierno federal asegura que el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) mantiene un “monitoreo permanente”, pese a que médicos y especialistas han advertido reiteradamente que la capacidad real de detección y seguimiento epidemiológico se ha debilitado por falta de recursos, personal y pruebas suficientes, especialmente fuera de las grandes ciudades.
Aunque la Secretaría insiste en que el subclado K tiene características similares a la influenza estacional, omite explicar con claridad si existe disponibilidad suficiente de vacunas, cuando en múltiples estados los ciudadanos denuncian que los biológicos no llegan o se agotan en cuestión de horas. La exhortación oficial a “vacunarse” contrasta con una realidad donde miles de personas simplemente no encuentran dosis en centros de salud saturados o abandonados.
El mensaje gubernamental vuelve a trasladar la responsabilidad a la población —“acudan a vacunarse”, “atiéndanse de forma temprana”— sin reconocer que el sistema público no garantiza ni atención oportuna ni tratamiento antiviral en todo el país, especialmente para los grupos más vulnerables que dice priorizar.
Una vez más, la Secretaría de Salud promete “información clara y transparente”, mientras minimiza riesgos, evita la autocrítica y mantiene un discurso tranquilizador que ya demostró, en crisis pasadas, ser más propaganda que prevención.

