Un año después de haber iniciado el rescate de la Piscifactoría “José Narciso Rovirosa”, en el municipio de Teapa, el gobernador Javier May inauguró las instalaciones en un acto en el que fue evidente que la planta no cuenta con agua para operar.

Durante el recorrido, los estanques de cría, así como las piletas de desove y los canales de flujo continuo lucieron secos, como se aprecia en imágenes difundidas públicamente.

Vecinos y campesinos de la zona, señalan que el evento de inauguración fue una farsa porque en la comunidad todo mundo sabe que los pozos profundos que se excavaron para suministrar a la piscifactoría, no funcionaron.

Pese a ello, en un comunicado, el gobierno estatal celebró la inauguración e informó que la planta estuvo abandonada durante décadas y gracias a la inyección de recursos por 32 millones de pesos, “producirá de entrada 12 millones de alevines al año”.

Morena paga a pescadores por trabajar

Los planes gubernamentales son convertir esta piscifactoría en la principal fuente de abastecimiento del programa estatal denominado “Pescando Vida”, que promueve la entrega de minigranjas a dos mil 500 campesinos de seis municipios ribereños.

Con corte al pasado 31 de octubre, la inversión realizada en este nuevo programa social asciende a más de 589 millones de pesos, lo que representa que cada minigranja le cuesta a los tabasqueños, en promedio, 235 mil 878 pesos.

De esos recursos, el gobierno estatal pagó “un jornal” de 5 mil pesos mensuales (50 mil pesos en 10 meses) a cada beneficiario, lo que significa que el grueso de ese gasto es para la burocracia y para la compra de materiales, herramientas, semillas y alevines.

Propaganda en torno a un cascarón

Los pozos profundos para suministrar de agua a la piscifactoría costaron 10 millones de pesos y su construcción fue asignación directa de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento, el CEAS, a finales de 2024, en el segundo mes del sexenio de Javier May.

La empresa beneficiada con los trabajos de una obra que no funciona, se llama “Construcciones y Edificaciones JHP”, fue constituida en San Luis Potosí y vinculada a Gerardo Sánchez Zumaya, un potosino avecindado en Villahermosa señalado de ser uno de los beneficiarios en contratos millonarios de Pemex, gracias a las relaciones que ha tejido con personajes de la 4T como Andy López Beltrán y Adán Augusto López Hernández.

Formalmente, los socios de la empresa son José Hilario Sánchez Zúñiga e Hilario Sánchez Lara, quienes en investigaciones periodísticas han sido señalados como parte de una red de prestanombres (15 personas físicas) que le habrían facturado a empresas de Sánchez Zumaya como Petrogresa, facturas para encubrir alrededor de 15 mil 430 millones de pesos.

Sin agua, pero con ceremonia

Las obras de construcción de pozos profundos en la Piscifactoría de Teapa comenzaron a principios de año y a decir de campesinos que tienen miedo de hablar y piden el anonimato, fueron un fracaso. “Nunca pudieron echar a andar motores porque por más que excavaban y por más que destruyeron el camino con maquinaria, no sacaron agua, puro lodo”.

Durante el recorrido de inauguración, el gobernador Javier May constató la falta de agua en la planta, pero lejos de cancelar el acto y pedir una investigación, mantuvo en todo momento el temple, y aceptó las explicaciones de los constructores que indicaron que el agua va a llegar a través de los pozos “cuando se terminen de construir”, como si la obra inaugurada estuviera terminada y funcionando.