Claudia Sheinbaum sostiene acusaciones de la UIF contra Latinus, sin considerar violación de secreto bancario
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La presidenta electa Claudia Sheinbaum se unió al coro oficialista que cubre a Latinus de sospechas de lavado de dinero al afirmar, sin pruebas, que la Unidad de Inteligencia Financiera “encontró irregularidades” y que Latinus tiene la obligación de explicar lo que pasa con “esas cuentas” en paraísos fiscales.
Durante su conferencia de prensa de mediodía, la exjefa de gobierno dijo llanamente que si no hubiera irregularidades la UIF no estaría investigando, con lo que dio por cierta la responsabilidad de la empresa en malos manejos. “No tiene nada que ver con un asunto político, si no hubiera estos malos manejos pues no habría nada de problema”.
A unas horas de que el titular de la UIF, Pablo Gómez, asegurara que el consorcio empresarial propiedad de Latinus ha hecho uso irregular de dinero público y ha lavado dinero, sin fundamentar sus aseveraciones, Sheinbaum puso la carga de la prueba en la empresa investigada y no en la parte fiscalizadora, como debe ser.
Es decir, que dio por buenas las declaraciones de Pablo Gómez al decir que “lo que encuentra la UIF es que sí hay irregularidades” y que “Latinus tiene la obligación de explicarlo”.
A pesar de que la única prueba presentada por Pablo Gómez fue una tabla hecha en Word con nombres de empresas y cantidades, Sheinbaum dijo que la UIF localizó “manejos ilegales” en las empresas vinculadas con el socio mayoritario de Latinus.
Al igual que el presidente Andrés Manuel López Obrador y que el propio Gómez, Sheinbaum dijo que no se trataba de una investigación con tintes políticos.
“El asunto de fondo es: ¿hay lavado de dinero o no en Latinus? Y lo que encuentra la UIF es que sí hay irregularidades en la cuenta”, por lo que se presentó la denuncia ante la Fiscalía General de la República que evaluará si se cometió un delito.
E insistió, para cubrir de sospechas al medio: “¿Hay lavado de dinero o no en Latinus? Lo que encuentra la UIF es que sí hay irregularidades en el manejo de las cuentas de Latinus, la fiscalía tendrá que determinar si eso constituye suficiente para abrir una carpeta de investigación y presentarlo ante un juez”, expresó.
Y, a pesar de que su propia familia tiene cuentas en paraísos fiscales y ella misma lo ha admitido, dijo que Latinus tiene que dar explicaciones. Ella no las ha dado. “Dijeron que había una especie de paraíso fiscal, entonces hay que explicar, si no hay nada que tenga problema, entonces Latinus tiene la obligación de explicarnos”.
Explicó el asunto a su modo:
“Lo que encuentra la UIF, por lo que explica Pablo Gómez, es que se utiliza financiamiento de la venta de medicamentos o de servicios relacionados con la salud para el financiamiento de este canal, pero que hay irregularidades en este financiamiento, porque no es un asunto de que tengan contratos pues, si fuera una empresa tiene derecho de tener contratos, sino que encuentre irregularidades en el transcurso de las cuentas”.
Cuando el reportero de Latinus le preguntó si diversos funcionarios, entre ellos Jenaro Villamil y Jesús Ramírez Cuevas, no habían violado el secreto bancario al difundir la información revelada por Pablo Gómez, dijo que no.
“No considero que haya violado ningún secreto, hay información que se ha difundido en las mañaneras del presidente y es la información que ellos han usado en sus cuentas”.
Y le dijo al reportero que el asunto a esclarecer no es si se violaron los derechos bancarios de la empresa, sino lo que ocurrió con “esas cuentas”.
“El asunto que se tiene que responder no es lo que tú comentas, sino el asunto que se tiene que responder es ¿y esas cuentas? Hablaron de una especie de, no sé si en Delaware o donde, dijeron que había una especie de paraíso fiscal, entonces, explicar, si no hay nada que tenga problema, pues Latinus tiene la obligación de explicarlo”.
Así, la futura presidenta demostró que, en materia de persecución a periodistas y fabricación de delitos, emula en todo a su mentor el presidente.
