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Ciudadanía

Macario Schettino | @macariomx

Frente a los embates desde Palacio en contra del Instituto Nacional Electoral, diversas organizaciones promovieron una manifestación ciudadana el 13 de noviembre de 2022. Puesto que no se tenía experiencia en este tipo de movilización, se citó en el Ángel para caminar hacia el Monumento a la Revolución, en Ciudad de México. Sin embargo, muy pronto se fueron sumando contingentes en otras ciudades, y la cantidad de personas que se presentó sobre Reforma superó con creces lo esperado. José Woldenberg cerró ese evento con un llamado a defender al INE y a la democracia.

El 26 de febrero de 2023, se llevó a cabo una segunda movilización, ahora para respaldar a la Suprema Corte, después de los ataques de López Obrador a la ministra presidenta, Norma Piña, quien se negó a ponerse de pie en la celebración de la Constitución, el 5 de febrero previo, para dejar claro que el Poder Judicial es equivalente al Ejecutivo, y no su subordinado. En esa ocasión, la convocatoria fue directamente al Zócalo de la capital, y el número de ciudades que se sumaron llegó a los tres dígitos. Fue el ministro en retiro José Ramón Cossío el orador central ese día.

El 18 de febrero pasado se llevó a cabo la tercera manifestación pública, similar a la segunda: en el Zócalo en Ciudad de México, en más de cien ciudades del resto del país y del mundo, con millones de asistentes (en el total), y con la participación del expresidente del Consejo General del INE Lorenzo Córdova, como orador.

Todas esas manifestaciones tenían como objetivo defendernos de los abusos de poder desde Palacio. Frente al autócrata atrabiliario, la ciudadanía se hizo presente para defender sus derechos: democracia, libertades, legalidad. Cabe aquí reconocer un error en la primera convocatoria, evidente en retrospectiva: en realidad la primera vez que la ciudadanía se reveló (y rebeló) fue el 6 de junio de 2021, cuando la mayoría de los votantes rechazó la opción de Morena y aliados. Si no se ganó entonces la mayoría de curules se debió, hay que repetirlo constantemente, al papel de Movimiento Ciudadano, esquirol oficial del sexenio. Toda esta legislatura, sus desatinos y desastres, se la debemos a la actitud de ese partido, que continúa hoy.

Por eso, en este momento, los ciudadanos que quieren defender sus derechos, libertades, su deseo de vivir en un país de leyes, no tienen otra opción que convocar a esa plaza pública a los candidatos de oposición. De la única oposición que hoy tenemos. Nos manifestaremos el domingo 19 de mayo, nuevamente en el Zócalo de la capital y en un centenar de ciudades, pero lo haremos ahora con la presencia de Xóchitl Gálvez y, en Ciudad de México, de Santiago Taboada.

No es un evento de ellos y sus campañas, ni mucho menos es el cierre de ellas. Se les invita porque, aquí y ahora, representan la única posibilidad que tenemos de detener la destrucción institucional (y destrucción a secas) que ha impulsado López Obrador y que respaldan sus acólitos y seguidores. Además de esos invitados, habrá oradores ciudadanos, que serán quienes planteen esa defensa de libertades y derechos que nos mueve.

Como de costumbre, hay reclamos de Morena, pero también aparecen los ingenuos, los interesados, los que nunca están a gusto, que afirman que todas las movilizaciones fueron, desde el inicio, partidistas. No entienden nada, ha sido exactamente al revés. Gracias a las manifestaciones, los ciudadanos logramos doblegar a los partidos para impulsar una candidatura ciudadana, que ellos no querían (y todavía no aceptan plenamente).

Pero siempre habrá gente así, y aprovecho este Día de las Madres para recordarles todo lo que acabo de describir: la historia, las razones, la lógica y el objetivo. Todos a la calle el 19 de mayo.

Este artículo se publicó originalmente en El Financiero, se reproduce con la autorización del autor.

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