Cambio de postura: expriistas apoyan a Claudia Sheinbaum después de ser duros críticos del gobierno de la 4T y de Morena
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En menos de un año, los expriistas Nuvia Mayorga y Jorge Carlos Ramírez dejaron de ser duros críticos contra el gobierno y el partido Morena para convertirse en parte del equipo que apoya a Claudia Sheinbaum.
Más revelador es el caso de Eruviel Ávila, quien advertía sobre los peligros del populismo antes de las elecciones de 2018 y fue calificado por Delfina Gómez, hoy gobernadora del Estado de México, como una persona carente de escrúpulos.
El martes, varios expriistas, entre ellos los exgobernadores, Ávila y José Murat, Ramírez Marín y Mayorga, además del alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava, anunciaron la creación de la Alianza Progresista que harán trabajo de apoyo para la precandidata de Morena a la presidencia sin que ese partido se los solicitara.
Una revisión a sus intervenciones en tribuna muestra que Mayorga no se detenía en el uso de calificativos cuando se refería a Morena y al presidente de la República. En octubre de 2022, cuando se presentó en el Senado el llamado Plan B para el desmantelamiento del Instituto Nacional Electoral (INE) descalificó a los legisladores de Morena llamándolos “oficialía de partes” del Ejecutivo por su costumbre de aprobar las iniciativas sin modificación alguna.
“Una vez más estamos discutiendo una serie de reformas hechas al vapor, hechas a modo, sin razonamiento, sin conciencia, sin apego a nuestra Constitución”.
Mayorga reprochó a los morenistas que el Plan B tratara de acabar con el INE. Esa institución y el sistema electoral mexicano, decía, son caras “pero son mejores en un régimen autoritario como el que ha estado transitando en nuestro país, heredado del fascismo como lo ha hecho Venezuela, como lo ha hecho Brasil y como ha caído Bolivia“.
Como otros acérrimos críticos de Morena, dijo que el grupo mayoritario en el Senado “se ha caracterizado por ser un destructor de las instituciones”.
También en la tribuna del Senado, Ramírez Marín reprochó el año pasado que México no fuera solidario con los países de Centroamérica y el Caribe, que están entre los mayores expulsores de migrantes a Estados Unidos. “Hemos aceptado las condiciones de ese gigante al que avergonzamos por mandar armas a Ucrania, de esos de los que nos quejamos por no invitar a Nicaragua a su cumbre, a esos le hemos aceptado la desvergüenza de ser sus gendarmes”.
En 2017, meses antes de la elección presidencial que llevó al poder a Andrés Manuel López Obrador, Eruviel Ávila fue nombrado delegado especial del PRI en la Ciudad de México. Delfina Gómez, quien había perdido los comicios del Estado de México precisamente en ese año, lo calificó como un especialista en guerra sucia y un mal servidor público.
“Siendo gobernador diversas instancias internacionales calificaron al municipio de Ecatepec (que Ávila gobernó dos veces) como uno de los peores sitios para vivir en México, al ocupar los primeros sitios en niveles de delincuencia, feminicidios, pobreza y severa problemática de movilidad urbana”, dijo Gómez.
Ávila, a su vez, advertía contra los peligros del populismo y pedía no permitir “ni con el pensamiento” un sistema político similar al de Venezuela.
El martes ni el presidente de Morena, ni su precandidata a la presidencia recordaron las críticas que les hacían los expriistas.
Con información de Latinus.
