Crece presión a la Casa Blanca para que combata los cárteles de la droga en México; senador de EEUU acusa que la DEA ha sido tolerante ante la corrupción de funcionarios mexicanos aliados de grupos criminales
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El senador Chuck Grassley, copresidente del Comité Senatorial sobre Control Internacional de Narcóticos, acusó a agentes de la DEA de hacerse “de la vista gorda” ante la corrupción mexicana que alentó el crecimiento de cárteles de la droga que envenenan a la juventud norteamericana.
El informe de Grassley, difundido por la Agencia Reuters, acusa a generaciones de funcionarios estadounidenses de ignorar los sobornos de sus homólogos mexicanos para obtener su cooperación en la incautación de drogas y el arresto de traficantes.
“Durante los últimos 40 años, los funcionarios estadounidenses han pasado por alto la corrupción generalizada en México a favor de cooperar y canalizar recursos hacia actores extranjeros”, dice el documento al que tuvo acceso Reuters.
“Los costos fueron enormes en términos de vidas humanas y recursos de los contribuyentes”, destaca la oficina del senador que ha sido un crítico feroz de lo que considera es la ineficiencia de la Agencia Antidrogas de EEUU en el combate a las mafias mexicanas, al grado que es una de las voces que solicita a la Casa Blanca la revisión de la cooperación en materia de seguridad con México.
El informe señala el caso del ex Secretario de Seguridad mexicano Genaro García Luna como un ejemplo entre muchos de corrupción mexicana de alto perfil.
También alega que la DEA tenía información creíble de que el comandante de una de las Unidades de Investigación Sensible (SIU, por sus siglas en inglés), que eran equipos de élite de policías mexicanos examinados que trabajaban con agentes estadounidenses, estaba trabajando para el Cártel de Sinaloa, pero la agencia continuó dándole información privilegiada.
En respuesta a las acusaciones clave descritas en el informe, la DEA dijo que sigue evidencia en todo el mundo, incluida la investigación y el enjuiciamiento de la corrupción pública.
“La DEA sigue comprometida incansablemente a trabajar en estrecha cooperación con nuestros socios en Estados Unidos y nuestros homólogos mexicanos para salvar vidas llevando a los narcotraficantes ante la justicia e interrumpiendo la cadena de suministro de drogas ilícitas”, afirmó un portavoz de la agencia.
La Presidencia de México no respondió a una solicitud de comentarios. En privado, muchos funcionarios de la DEA han dicho en el pasado que es imposible obtener resultados en México sin la cooperación de funcionarios locales, algunos de los cuales sospechan que son corruptos.
