La herencia criminal de Adán Augusto: La Barredora mantiene el control delictivo en Tabasco bajo la sombra de la 4T; 14 objetivos prioritarios continúan prófugos
El llamado “gabinete de seguridad” federal mantiene bajo la mira a catorce objetivos prioritarios de La Barredora, una organización criminal que nació y se fortaleció en Tabasco durante el mandato del hoy senador morenista Adán Augusto López Hernández —cuando fue gobernador del estado entre 2019 y 2021— y que continúa operando bajo la protección de viejas estructuras del poder local.
De acuerdo con informes de inteligencia federal, Daniel Hernández Montejo, alias Prada o El H, se ha convertido en el último operador de confianza del exsecretario de Seguridad Pública tabasqueño Hernán Bermúdez Requena, conocido como Comandante H, actualmente detenido. A pesar de ello, Hernández Montejo habría asumido el mando de la organización y mantenido la guerra territorial contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la región.
Fuentes ministeriales confirman que La Barredora —nacida como un grupo de sicarios locales y convertida luego en un cártel regional— opera desde la zona metropolitana de Villahermosa hasta los municipios de Cárdenas, Cunduacán y Huimanguillo. Su catálogo criminal incluye robo de combustible, secuestro, extorsión, tráfico de armas y tráfico de migrantes.
El ascenso de La Barredora coincide con la gestión de Adán Augusto López Hernández como gobernador de Tabasco. Bajo su administración, Hernán Bermúdez Requena, su hombre de confianza y titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, habría tejido una red de protección institucional que permitió al grupo operar impunemente.

El testigo protegido identificado como El Lic o El 12 declaró ante la FGR que el propio Bermúdez Requena, junto con Ulises Pinto Madera “El Mamado”, autorizaba la colocación de mantas firmadas “Atentamente, La Barredora”, después de ejecuciones o secuestros. Así se posicionaron en redes sociales y en el imaginario local como un grupo con respaldo político y poder territorial.
Aunque las fuerzas federales han capturado a siete de sus cabecillas, los principales mandos siguen libres. Entre ellos se encuentra Euler Rubalcaba Colorado, alias Comandante Rayo o El Naranjo, señalado como jefe de plaza en tres municipios y uno de los líderes más violentos de la estructura. La Fiscalía General del Estado de Tabasco ofrece una recompensa de 250 mil pesos por información que lleve a su captura.
En el segundo nivel operan Óscar Acosta Camacho “La Mosca”, Jorge Agustín León “La Koki”, Alan Alexander López Arias “El Hombre” y Erick Geovanny Pérez Villaseñor “El Gato”, encargados de extorsiones, secuestros y cobro de piso en distintas zonas urbanas del estado.
Mientras tanto, en los mandos inferiores destacan figuras como Daniel Córdova Hernández “Bacal”, Elder Rodríguez Torres “Hormiga”, Santiago Pérez Limberg “Lagarto” y Rosario Sánchez Juárez “Charo”, este último hijo de un exsecretario de Seguridad Pública municipal, lo que evidencia la colusión entre crimen y estructuras políticas locales.
A pesar de los discursos oficiales sobre el combate a la delincuencia, La Barredora sigue operando con capacidad logística y financiera, manteniendo control sobre rutas de droga, combustible robado y cobros de extorsión. La organización, aseguran las fuentes federales, no ha sido desmantelada, sólo reacomodada, con operadores que cambiaron de rostro y alias para evadir a la justicia.
Uno de ellos, Prada, habría recurrido a cirugías estéticas para modificar su apariencia y continuar dirigiendo al grupo desde la clandestinidad.
Ni el senador Adán Augusto López Hernández ni las autoridades de seguridad federal han ofrecido una postura clara sobre la persistencia de La Barredora en Tabasco. En contraste, los informes de inteligencia militar y de la SSPC confirman que la estructura criminal surgida durante su administración se mantiene viva, fragmentada, pero con el mismo sello de impunidad y protección política.
Mientras el gobierno presume cifras de detenciones, los verdaderos operadores siguen libres, moviendo millones en el mercado negro de hidrocarburos y drogas, y extendiendo su dominio bajo la sombra de la Cuarta Transformación.
Con información de El Universal.