Tiemblan políticos mexicanos: Ovidio Guzmán se declara culpable en EE.UU. y abre puerta a revelaciones explosivas sobre redes políticas en México
Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha comenzado a colaborar formalmente con autoridades de Estados Unidos, lo que ya tuvo un efecto inmediato en su proceso judicial: la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York eliminó cinco cargos graves en su contra, entre ellos tráfico de fentanilo, armas y lavado de dinero.
La reducción de cargos, según fuentes vinculadas al caso, no es un gesto de indulgencia sino el resultado de un acuerdo de cooperación que implica proporcionar información clave a la justicia estadounidense.
Esta colaboración amenaza con detonar un terremoto político en México. De acuerdo con versiones extraoficiales, Ovidio Guzmán habría comenzado a aportar datos que involucran a funcionarios de Morena, gobernadores en funciones o en retiro, y operadores electorales que habrían mantenido nexos con el crimen organizado o recibido apoyo financiero para campañas.
“Lo que viene es una bomba política”, señalan analistas consultados. A diferencia de procesos judiciales pasados, esta vez la lista de nombres y operaciones presuntamente ilegales saldría a la luz de forma oficial en el expediente judicial estadounidense, sin posibilidad de ser ocultada por intereses políticos en México.
El caso de Ovidio Guzmán, quien en un principio se declaró inocente, ha pasado de ser un juicio contra un capo a convertirse en el juicio de un sistema. Un sistema que, según las acusaciones, facilitó protección, financiamiento y logística a las redes criminales que han devastado comunidades con la violencia y el tráfico de drogas como el fentanilo.
La atención ahora se centra en las próximas audiencias en Chicago y Nueva York, donde podrían presentarse más detalles de este acuerdo de cooperación y, eventualmente, hacerse públicas las identidades de políticos y funcionarios mexicanos señalados por el hijo del Chapo.
Para México, el proceso judicial en Estados Unidos no solo implica la rendición de cuentas de un capo, sino la exposición de complicidades que durante años se mantuvieron bajo la sombra.

