Mero paliativo: Testimonios revelan que los apoyos anunciados por el gobierno no resuelven las pérdidas económicas en Acapulco
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Aunque el presidente Andrés Manuel presumió con todo su plan de rescate para Acapulco, que destinará 61 mil millones de pesos, cuando se analiza a detalle y se compara con el presupuesto que ha destinado a obras emblemáticas de su gobierno, como el Tren Maya o la Refinería Dos Bocas queda en evidencia que dicha cantidad es muy insuficiente.
Tomado en conjunto, y según un sencillo comparativo realizado la noche del miércoles por Latinus, el presupuesto que el presidente anunció para el rescate de Acapulco, de 61 mil millones de pesos, es cinco veces menor al que se ha destinado a construir la Refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco y ocho veces menor a lo destinado al Tren Maya.
A la fecha, se ha gastado en la refinería 324 mil millones de pesos y en el Tren Maya 515 mil millones de pesos. Otro comparativo es lo que se gastó en cancelar el Aeropuerto de Texcoco, 332 mil millones, seis veces más de lo que recibirán todos los negocios y todos los pobladores del puerto turístico más importante del Pacífico.
El presidente y sus colaboradores anunciaron “apoyos” para alimentación, reconstrucción de vivienda y recuperación de negocios, pero dichos apoyos no dejan de ser un mero paliativo efímero o un gesto político.
Latinus recogió testimonios de empresarios y pobladores, que no solo negaron que, como ha dicho el gobierno, la electricidad esté restablecida por completo, sino que también señalaron que los apoyos para negocios, que serán de 45 mil pesos, no alcanzan para resarcir las pérdidas de inmuebles, mobiliarios e insumos, ni tampoco para reponer las pérdidas de ingresos.
El reportero Arturo Cerda pudo hablar con el dueño de una pollería de barrio, quien le dijo que para volver a operar con normalidad necesita al menos 250 mil pesos. Sin embargo, el gobierno dará el mismo monto a todos los negocios, sin importar su giro.
Un empresario restaurantero dijo a Latinus que considera que le saldrá más gravoso, en tiempo y esfuerzo, batallar con la burocracia para que se le entregue el apoyo, que dedicarse a levantar su negocio por sí mismo.
En el caso de los apoyos para vivienda, a las más de 51 mil familias que tuvieron pérdida total les darán solamente 60 mil pesos. A quienes tuvieron daños graves, medianos o menores, 30 mil pesos cada uno.
Se trata de una cantidad ínfima para reconstruir o reparar, si se toma en cuenta que el costal de 50 kilos de cemento va de los 200 a los 400 pesos, que el precio de la tonelada de varilla va de los 18 mil a los 22 mil pesos y el millar de tabique ronda los 3 mil pesos.
En el mejor de los casos ese pequeño apoyo bastará para una o dos habitaciones, no para una vivienda completa.
Mismo caso para los apoyos de alimentación y los estímulos fiscales. Los de alimentación durarán tres meses, los estímulos fiscales, solo se aplicarán, como mucho, hasta febrero de 2024, siendo que, según cálculos moderados, se necesitará un trabajo de dos años para reconstruir Acapulco.
